Redacción, Zacatecas 3.0
Ciudad de México.- Quien haya visto la película Joker sabrá perfectamente de qué trata este artículo. El Joker padecía un tipo de epilepsia caracterizada por carcajadas de risa totalmente inesperadas, involuntarias, y molestas en muchas ocasiones para los de alrededor.
“La epilepsia gelástica es un tipo de epilepsia que se caracteriza porque los pacientes tienen un tipo especial de crisis epilépticas llamadas crisis gelásticas, caracterizadas por episodios de risa de inicio súbito, inapropiado (fuera de contexto y carente de su significado emocional), y estereotipadas (siempre igual)”, describe en una entrevista con Europa Press la doctora Juana Alarcón Alacio, del servicio de Neurología del Hospital San Rafael de Madrid, y miembro de la Sociedad Española de Neurología y de la Sociedad Española de Neuropediatría, coincidiendo con el Día Internacional de la Epilepsia.
No obstante, esta experta apunta que la risa inapropiada o fuera de contexto puede aparecer en otras enfermedades neurológicas, o degenerativas, como en el síndrome pseudobulbar que acompaña a algunas enfermedades como la ELA, o en enfermedades genéticas como el Síndrome de Angelman.
En concreto, cita que las crisis gelásticas son una forma rara de crisis epilépticas, y esta patología representa menos del 0.2 por cinto de todas las epilepsias: “Si la prevalencia de epilepsia en España es de ocho entre mil habitantes podríamos calcular que en España aproximadamente 700 pacientes podrían sufrir epilepsia gelástica. Tampoco parecen existir diferencias entre sexos aunque por su etiología sí que es más frecuente en la infancia”.
En este contexto, la doctora Juana Alarcón Alacio, del servicio de Neurología del Hospital San Rafael de Madrid explica que la causa más frecuente de epilepsia gelástica es el Hamartoma hipotalámico, un tumor de naturaleza benigna, pero que por su localización tiene un tratamiento difícil.
“Otras causas pueden ser diversos procesos que afecten a otras zonas del cerebro, como los lóbulos temporal o frontal, o el propio hipotálamo. Aquí se enmarcarían fundamentalmente los traumatismos, las lesiones vasculares (ictus), u otro tipo de tumores”, agrega.