Por: Dra. Norma Julieta Del Rio Venegas
Coordinadora de la Comisión de Tecnologías y de la PNT del Sistema Nacional de Transparencia
Los componentes de la rendición de cuentas son la transparencia, el acceso a la información, la fiscalización, la sanción y la participación ciudadana, sin embargo, esta última es fundamental para lograr un verdadero impacto en el entorno social.
Escuchamos cotidianamente a los actores políticos hablar o exigir “rendición de cuentas” un concepto muy usado en discursos, pero falta su comprensión y verdadera aplicación.
Rendir cuentas va más allá de realizar videos reflejando acciones o logros como lo vimos en varios informes del mes de septiembre que ofrecieron diferentes autoridades.
Para que fuera una verdadera rendición de cuentas, faltó que mostraran datos duros a los ciudadanos como, por ejemplo: cuanto presupuesto ejercieron en el año que informan, en qué se aplicó, resultado de revisiones de la cuenta pública del ejercicio y su estatus y sobre todo en qué momento participó y legitimó la ciudadanía las obras públicas en beneficio para ellos, cuantas solicitudes de acceso a la información recibieron por parte de los ciudadanos y su atención.
Los recursos de revisión interpuestos por no atender solicitudes de acceso también son muestra de que existe participación ciudadana, a los órganos garantes nos corresponde atender estos casos.
En México el combate a la corrupción es una de las principales demandas de la sociedad mexicana, ya que 9 de cada 10 personas percibe actos de corrupción según cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística; mientras tanto a escala internacional, en la percepción sobre avances y retrocesos en el comportamiento de la corrupción, nuestro país se ubica en el lugar 130 de 180 países evaluados por la organización Transparencia Internacional.
Es vital el papel de los organismos garantes de transparencia para establecer mecanismos que inhiban la corrupción, al poner al alcance de los ciudadanos información que les facilite vigilar el actuar de las autoridades. Hay ejemplos de casos como el de Odebrecht, en donde gracias a las solicitudes de información se han conocido malos manejos del recurso público.
Además de la adopción de mecanismos como el Estándar de Contrataciones Abiertas, recientemente implementado en el IZAI, a fin de contar con un instrumento de rendición de cuentas que establece los elementos mínimos indispensables que deberán documentarse a lo largo de cada etapa del procedimiento de contratación en México.
Desde el Sistema Nacional de Transparencia también se incentiva la participación ciudadana al fomentar una cultura de la rendición de cuentas, muestra de ello es la elaboración y distribución del Cuadernillo ABC de la Rendición de Cuentas, el cual, mediante un lenguaje sencillo, aporta conocimientos básicos sobre la Plataforma Nacional de Transparencia, los sistemas nacionales de transparencia y fiscalización, la Plataforma Nacional Digital Anticorrupción.
Los conceptos que forman parte de la rendición de cuentas son de gran utilidad en este momento para el ejercicio de informar con datos fehacientes a los ciudadanos sobre el uso y manejo de recursos públicos, que hoy toma mayor relevancia dada la etapa de pandemia que vivimos por el Covid-19.