Los reguladores farmacéuticos enEstados Unidosautorizaron la semana pasada lavacuna contra el COVID-19 de Pfizery ahora están a punto de dar su visto bueno a la deModerna. Ambas tienen una estructura similar, pero también algunas diferencias.
La principal diferencia entre las dos vacunas es su conservación en frío. Mientras la dePfizernecesita temperaturas de entre -60 y -80 grados centígrados, lo que ha obligado a organizar un costoso y complejo sistema de distribución y almacenaje, la de Moderna tan solo requiere -20 grados, como un congelador doméstico.
Fuera de lossupercongeladoresque necesita la vacuna de Pfizer, el suero aguanta 5 días en una nevera, mientras que la de Moderna resiste hasta 30 días, lo que la hace mucho más manejable a nivel logístico, sobre todo para países en vías de desarrollo.
Lasdos vacunasrequieren de dos dosis, pero las de Moderna son de 100 microgramos y deben administrarse con28 días de diferencia, mientras que las de Pfizer son de 30 microgramos, a administrarse con un plazo de 21 días.
Ambas vacunas han presentado una eficacia cercana al 95 por ciento, mucho más alta de lo esperado, pero la deModernaha demostrado capacidad para prevenir casos graves de COVID-19, según datos publicados por los reguladores estadounidenses.
Las dos vacunas usan elARNmensajero o ARNm, que se introduce en las células humanas para que el propio cuerpo produzcaproteínas viralesque le sirven para generar los anticuerpos que necesita para defenderse.
No obstante, cada vacuna usasu propio tipo de cobertura lipídicapara proteger el ARN mensajero.