El cinismo con el que se conduce la clase política mexicana no deja lugar a dudas de los intereses que manejan y hasta dónde son capaces de llegar con tal de lograr el cometido. Las detenciones de Edgar Veytia, ex fiscal de Nayarit, Tomás Yarrington, ex gobernador de Tamaulipas y Javier Duarte, ex gobernador de Veracruz es una clara muestra del nivel de desesperación del partido en el poder ante la inminente derrota en las elecciones del Estado de México y la que sigue, el 2018.
Estas detenciones sólo son parte de la estrategia de una “caja china”, pues el interés evidentemente no gira en torno a hacer justicia, o hacer que paguen el daño cometido contra la sociedad, regresar lo que se robaron, etcétera, ¡No! El interés obedece a repuntar, aunque sea un poquito, en el ánimo del electorado que está severamente molesto ante tanto cinismo.
Lo más divertido del asunto es que toda la bola de ex gobernadores corruptos y que tienen cuentas pendientes con la justicia, son de extracción priista, un partido que ha estado en el poder más de 80 años y que ha definido, en gran medida, la vida política en México y que ha dado muestras del nivel de corrupción que se maneja en las altas esferas del poder.
Así las cosas, vivimos en un país que siempre ha estado a merced de los intereses mezquinos de unos cuantos, por tanto, la captura de Yarrington y Duarte obedece sólo a esos intereses, el trasfondo estriba en la urgencia de cambiar el ánimo del electorado, sólo para taparle el ojo al macho.
Estos ex gobernadores son chivos expiatorios, sólo distractores para “tapar” la verdadera corrupción que existe en el sistema de nuestro país. Se los había cantado con anterioridad, sí a sus intereses convenía nunca los iban a detener, salvo que dichos intereses cambiaran y así fue.
Pero bueno, ya que andan taaan atinados en detener a quienes han robado, saqueado, traficado con influencias y demás, pues de una vez que le echen el guante al ex gobernador de Zacatecas Miguel Alejandro Alonso Reyes, quien, por supuesto tiene fuero, pero si existiera un interés real de hacerlo pagar, ya deberían de estar en el proceso de desafuero, despido, o ya de jodido, separación del cargo en lo que se actúa legalmente.
Pero no, seguramente aún no es parte de la estrategia, aún no les sería útil ponerlo en el banquillo de los acusados, por ello sigue prevaleciendo la impunidad y la omisión en el caso de Zacatecas, pues no olvidemos que muy pronto tendremos elecciones, por ello la urgencia de Alonso Reyes de obtener un escaño en el senado de la República, para continuar impune.
Dicen por ahí que “al pueblo pan y circo” y eso es justo lo que nos dan, puro circo, porque ya ni a pan llegamos, lo cierto es que no debemos dejarnos engañar con acciones mediáticas y que tienen como único objetivo distraer la atención de lo verdaderamente importante, empoderarnos como ciudadanos y darles en la torre con la única arma que tenemos, el derecho a votar.
Zacatecas sigue para el arrastre y aún no hay visos de que Alonso Reyes pague por el desastre que dejó, pero lo que si podemos hacer es demostrarle a toda esta clase política mediocre que tenemos memoria y que cuando llegue el momento se los haremos saber. Al tiempo.
*Comunicóloga
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